Apenas me informaron lo ocurrido supe que había sufrido demasiado segundos antes de morir y me apené sobremanera. Recordé una frase de Oscar Wilde que decía: "Aquel que vive más de una vida, tiene que sufrir más de una muerte" y me consolé pensando que eso era lo que había ocurrido.
Era tal la nostalgia que sentía que llegué a creer que el amor jugaba entre las sombras produciendo siniestras caricias a nuestros corazones para luego arrastrarnos hacia el abismo de manera tal que pudiera alimentarse con nuestras almas, pero hoy sé que no es eso el amor.
Tampoco es más que un recuerdo haberla querido, pero es un aprendizaje... aunque prefiera callarlo.
Poco a poco uno conoce gente y se olvida de quien conoció, pero nunca de quien fue.. y yo fui Tadea, mi personaje ficticio, quien no recorrió con sus manos el tacto de la muerte, pero quien mató un mató un sentimiento.
Tadea... antes de morir ¿que fue lo último que pensaste?
ResponderEliminarla respuesta al comebtario del post en mi blog es: las inseguridades entraron sin tocar a la puerta...
ResponderEliminarQue triste tecto me encogio el alma.
ResponderEliminarBesos que tengas un buen fin de semana.
Muy duro pero no por ello menos hermoso.
ResponderEliminarBesos.
"el amor jugaba entre las sombras produciendo siniestras caricias a nuestros corazones para luego arrastrarnos hacia el abismo..." La vida es una eterna lección.
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