Este es una historia que remodelé de otra que ya había hecho antes, y esta me gustó mas :) Gracias por leer!
Una mañana oscura, de esas que suceden en invierno, Katherine, su ama, depositaba flores bajo el brazo de Annette Gallaher, que yacía muerta desde hacía días atrás.
En el momento en que su alma se había reducido a un cuerpo sin vida, el ama, quedó impune ante una risa cargada de dolor. Tantos años había servido, que este acontecimiento, para nada menor, sería motivo suficiente para pensar que su señora había renunciado a ella.
Apenas meditó sobre lo ocurrido supo que había sufrido demasiado segundos antes de morir y se apenó sobremanera. Como consuelo recordó una frase de Oscar Wilde que decía: "Aquel que vive más de una vida, tiene que sufrir más de una muerte" y se dijo a sí misma que aquello había sido.
Era tal la nostalgia que sentía que llegó a creer que el amor jugaba entre las sombras, produciendo siniestras caricias a su corazón para luego arrastrarla hacia el abismo, de manera tal que pudiera alimentarse con su alma. Pero ella en el fondo sabía que Annette no le haría tal cosa, que simplemente el destino se la había llevado.
-Iré enseguida. Debe usted ser capaz de esperarme, he de prometer que no será demasiado el tiempo que usted espere.- Dijo en una ocasión Katherine, resignada por lo que iría a pasar.
La señorita Gallaher se vio obligada a aceptarlo y bajó, sin cuidado alguno, las escaleras que la llevarían al comedor. Allí se encontraba Orter, alguien que ella desconocía, pero que sin embargo el compromiso les llamaba a los dos.
-Ortner Mayerhofer.- Pronunció, estirando la mano de manera educada.
-Annette Gallaher.- Dijo mientras su mano derecha era rozada por los labios de su nuevo amor.
Al escuchar su nombre, Anne no se emocionó. Su sonrisa sólo había sido provocada por la comicidad del nombre de Ortner. Siquiera quería conocer a aquél ser que ansioso estaba ante la belleza de su futura mujer.
Pasos se escucharon, su ama por fin había bajado. Miradas y más miradas, las que eran provocadas por una situación completamente incómoda.
-Ortner Mayerhofer.- Dijo, pero esta vez sólo por ser cortés.
-Ella es mi ama, Katherine. Años me ha servido y años más me servirá.- Tuvo que decir, dejando en claro que un matrimonio no la distanciaría de su sierva.
El sonido de la puerta retumbó en sus oídos, motivo por el cuál nadie pudo contestar. Un señor elegante y de mirada sagaz, entró de la mano de una mujer que cargaba belleza en su piel. Ésta, era tan adulta como el hombre, pero a pesar de sus signos de vejez, no había perdido aquella sonrisa juvenil con la que solía presumir hacía una década atrás.
-¡Qué presa ha capturado tu padre para ti, Annette querida!- Dijo Adeline, la bella mujer que parecía ser su madre, dado el parecido entre ambas.
-Tonterías dices, mujer. Este hombre no es una presa, es un caballero. Y es lo que he querido siempre para ti. Ha venido a pedirme tu mano y esto es lo que aceptarás.
- He de saberlo, padre.- Pero en su mente rondaban pensamientos agresivos hacia él.
Para Katherine todo era un eco de palabras, no era capaz de comprender ninguna cosa de lo que decían sus acompañantes. Creyó inclusive sentirse mareada, pero en vano era decirlo en voz alta. Miró a Annette y quiso rescatarla de su tristeza, pero nada podría hacer ante el impedimento por ser mujer.
-¡Qué inservible mujer que tienes como ama! Ni un té nos ha invitado.
-Pero es simplemente la mujer que amo, y ésta se encuentra enferma. Lamento comunicar que deberán pedírselo a otro de mis empleados.- Murmuró Annette.
Todos parecieron hacer caso omiso a lo que la señorita Gallaher había pronunciado, excepto Katherine… que la miraba con ternura. Nada le hacía más agraciada que escuchar por primera vez el sonido de la voz temblorosa de su señora diciendo que le amaba.
-Te amaré, Annette. Prometo hacerlo. Por esta razón, quisiera tomar tu mano y hacerte mi esposa.
Nada le molestaba más a ambas que escuchar a ese caballero que tan poco sentía por una de ellas. Gallaher se rió nerviosa, y se cargó de valor.
-He dicho que la Señorita Katherine es la persona que amo, y no me casaré hasta que el amor cese.
El ama al recordar esto esbozó una sonrisa. Su mente divagó hasta ese recuerdo profundo, donde por última vez la amó, donde pudo sellar su amor con un beso, donde pudo creer que el destino votaría por ellas.
Pero también recordó ese último suspiro, donde las manos gigantes del señor Gallaher aplastaban el cuello de su hija, donde lágrimas caían, donde sufrimiento se veía.
Leyendote.
ResponderEliminarSabes???? hay colores que duelen.
Recibe mi cariño
no lo entendi pero me gustan tus relatos
ResponderEliminarwow!!! Agos!!! te quedo hermoso!!! muchas felicidades!! :D
ResponderEliminarQue lindo! aunque medio triste :( AMO las imagenes de Victoria Frances ♥ jaja un beso (:
ResponderEliminarQuiero al menos saludarte y dejarte un enorme abrazo. Tu relato me ha gustado, bastante triste, pero hay amor y eso está por encima de tristezas y alegrías.
ResponderEliminarEn este puedo comentar pero ya ves...no puedo de otra forma.
Muchos besos preciosa.
Me he olvidado, con el lío del problema de decite que soy LORE.
ResponderEliminarAunque produzca tristeza el amor puede ser así.Me encantó.
ResponderEliminarMillones de besos.
Fantástica, romántica y muy interesante relato.
ResponderEliminarvos estas enamorada ...excelente relato
ResponderEliminarUn relato precioso, me encantó muchísimo y aunque triste es precioso.
ResponderEliminarUn beso
Sii es verdad,mi esencia no cambia :)
ResponderEliminarmuy lindo todo por acá como siempre.
que tengas un lindo fin de semana,besotee!
Hermoso pero da pena :( pero además es booniito.
ResponderEliminarHOO esa imagen es re bonita, la he visto en algún otro lugar, donde??... no recuerdo jajaja
excelente entrada, nos comentamos.
Hola cariñitooooooo!! ya se te echaba de menos!! Me gustó mucho el relato algo triste,pero en el amor ya se sabe..Un abrazo enorme.
ResponderEliminarNo sé como he llegado acá, pero eso poco importa, estoy leyendo todo lo que puedo, pero este último relato, me sostuvo en la lectura desde la primera hasta la última palabra. Me encantó. Volveré seguido
ResponderEliminarUn cariño
Juan
Es un gusto conocer tu blog..
ResponderEliminarte dejo un abrazo!
Aunque triste, el relato es maravilloso, es una delicia pasar por tus letras.
ResponderEliminarUn beso
Triste pero lindo :) un besito! TE SIGO. ♥
ResponderEliminarSentimientos al cubo en un post de "10"...
ResponderEliminarAbz y BESOS.
Male.
Mi ojo es un ojo alegre que lee este excelente relato. Tiene suspenso, ritmo y no dan ganas de despegarse de la historia. Me encantó amiga. Gracias por pasarte por mi blog. Te sigo.
ResponderEliminarBesos.
EL AMOR ES ASÍ CUANDO LLEGA, LO QUIERE TODO, PERO A VECES LA MUERTE PUEDE MAS...
ResponderEliminarSALUDOS
Es una historia trsite pero bella, te dejo un abrazo grande
ResponderEliminarY el amor siempre es fuerte pero a veces surgen imponderables, besos
El relato me ha gustado. Este tipo de historias por alguna razón siempre van de la mano de los finales tristes.
ResponderEliminarUn abrazo!
Buen fin de semana!! un abrazo
ResponderEliminar(una visita para ver como estás :)
Que buen final, no lo esperaba, buena historia.
ResponderEliminarsaludos
Mirá que cada tanto entro a ver...
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